A los niños que tienen problemas de aprendizaje no les falta inteligencia. Lo que les
diferencia de los demás es que no consiguen hacer lo que ellos logran con el
mismo nivel de inteligencia. Este problema es una de las razones por las que
pueden llevar un niño a un fracaso escolar, y a muchos padres a una gran
preocupación y decepción. Uno de cada 10 niños en edad escolar
tiene problemas para aprender.
Pero no me refiero a que tenga dificultades para
aprender a multiplicar o a leer correctamente, o a realizar otra tarea puntual.
A un niño con problemas de aprendizaje le cuesta captar, procesar y dominar las
tareas así como todas las informaciones, para después desarrollarlas. Es
importante identificar, observar y tratar los problemas de
aprendizaje porque, de
lo contrario los niños tendrán dificultades en su rendimiento escolar y en sus
relaciones con otros niños, lo que podrá afectar a su
autoestima.
El tratamiento de este problema debe empezar con un buen diagnostico,
desde la atención y colaboración de los padres y maestros, con los psicólogos.
A partir de ahí, se recomendará algunos medios y situaciones en las que deben
situar al niño, en la escuela y en casa. Existen algunas señales que los padres
pueden tener en cuenta a la hora de identificar un problema de aprendizaje en
los niños, a partir de los 5 años:
Cuando el niño presenta dificultad para entender y seguir instrucciones
- Cuando existe el problema para recordar lo que se le acaba de decir
- Cuando el niño no domina las
destrezas básicas de lectura,
escritura y matemática
- Cuando no consigue distinguir la
derecha de la izquierda, y confunde números como el 25 y el 52, o las letras b con
la d, y el con
el le.
- Cuando al niño le falta
coordinación al caminar, hacer deportes,
o incluso para dar un lazo al cordón de las zapatillas, o a sujetar bien un
lápiz.
- Cuando suele perder o extraviar,
fácilmente, los libros y los
materiales escolares
- Cuando le cuesta entender y
situarse en el ayer, hoy, y mañana.