viernes, abril 19, 2013

Mi hijo y niña lloran y no quieren ir a la escuela


Conoce qué puedes hacer si tu niño llora y no quiere ir a la escuela, ya que es un problema más común de lo que pensamos. El primer día de escuela es algo difícil para cualquier niño, por lo que no es nada raro ver llanto y reticencia de los menores para quedarse en el colegio, especialmente en los grados de kínder y preprimaria.


Sin embargo, para algunos padres y niños la experiencia de angustia del primer día de clases se puede repetir una y otra vez a lo largo del año escolar, niños que lloran desconsolados al dejarlos en la puerta del colegio y que se reúsan a ir a clases mientras sus madres se quedan con el alma en un hilo por ver llorar a sus pequeños.

De acuerdo a la Psicóloga Infantil Sandra Nava, es muy común que esto suceda en niños entre los 3 y 5 años de edad, en especial cuando se trata del primer hijo en un matrimonio.
“Es muy común que los niños que van al colegio experimenten angustia en un inicio, no todos manejan las emociones de igual manera, pero pueden manifestarlo por medio de llanto y ese deseo de no ir a la escuela. Esto sucede sobre todo con los primeros hijos de un matrimonio, ya que en su caso todo es nuevo para los padres y para los niños y de manera inconsciente la angustia de los padres es transmitida a los pequeños”, comenta la psicóloga.

El tiempo promedio que un niño presenta problemas de angustia de separación de sus padres al ir al colegio es de 7 a 15 día.         “Los niños se adaptan muy fácilmente a su entorno, y eso les va dando seguridad, con lo que se eliminan las angustias y el deseo de no ir a la escuela”, 
·         Sin embargo, la especialista asegura que hay cosas que se pueden hacer incluso antes de que su niño vaya a la escuela para evitar ese sentimiento de angustia, por ejemplo:

  • ·         Mostrarle cual va a ser su escuela pasando por ahí en el auto
  • ·         Hablarle con entusiasmo de las actividades que realizará en el colegio
  • ·         Darle confianza sobre sus maestros y el personal escolar, asegurándole que todo va a estar bien
  • ·         Cuando el niño vaya a entrar al colegio Nava recomienda:
  • ·         Llegar temprano el primer día de clases para que el niño vea como los demás alumnos van entrando
  • ·         Que el niño vaya acompañado de mamá y papá el primer día, y si puede ir otro familiar
  • ·         Que la despedida sea corta, no dar indicaciones ya que eso da pie a que el niño comience a sentir nostalgia y a llorar
  • ·         Recoger a los niños con puntualidad para que el niño no se sienta abandonado
  • ·         En caso de que su niño llore, la psicóloga recomienda:
  • ·         Nunca ceder y llevarlo a casa porque se está dando un mensaje equivocado
  • ·         No amenazar al niño con castigos si no entra a la escuela
  • ·         No ofrecer regalos al niño por entrar a la escuela ya que eso generaría en el menor un comportamiento negativo para ser premiado
  • ·         Ir con el niño a un espacio del colegio que no sea la entrada de la escuela para ahí tranquilizarlo
  • ·         Hablar con el niño en palabras sencillas para explicarle que debe ir la escuela y que al igual que a los demás niños no le pasará nada
  • ·         Llevar al niño a su salón o dejar que una profesora lo lleve
  • ·         Nunca quedarse a ver al niño por una ventana o una reja ya que solo se prolonga el sentimiento de nostalgia en el menor.


Y aunque sea un paso difícil para los padres de familia, a menudo más que para los niños, Sandra asegura que el sentimiento de angustia y el llanto normalmente dura los primeros 10 a 15 minutos en el día del niño en la escuela, ya que después de un tiempo se adecuan a su entorno y terminan por integrarse normalmente.
Sin embargo, si su niño insistentemente no quiere ir al colegio después de un tiempo razonable, la especialista recomienda que hable con la profesora para conocer como es la interacción de su niño con los compañeros, si socializa, si juega o comparte, ya que de eso dependerá también en gran medida su desarrollo dentro de la escuela.

Pero sobre todo, Nava asegura que “un padre relajado, tendrá hijos relajados”, porque finalmente nuestros hijos son en gran medida nuestro espejo.
El miedo a la escuela es relativamente frecuente en un momento u otro del desarrollo evolutivo, y aunque a la mayoría de los niños les guste el colegio y estar con sus amigos, otros experimentarán una verdadera angustia al quedarse allí solos, sin sus papás.
El rechazo a la escuela suele ocurrir entre los 3 y los 4 años, es decir, al comienzo del colegio, de forma repentina y manifestándose en forma de quejas: “la profesora es muy antipática”, “la comida está muy mala”, lo que trae como consecuencia una actitud de desgana a la hora de ir al colegio, produciéndose cada mañana el mismo drama: inventan excusas para no tener que ir, como dolores de cabeza o de tripa, lloran, no se sueltan de sus padres…

En primer lugar, para saber cómo actuar, hay que conocer las causas de esta situación, principalmente, hablando con el niño de forma firme y cariñosa, ya que hay que explicarle que es necesario ir al colegio pero que podrá contar con sus padres en caso de tener algún problema. Entre las causas más comunes de este rechazo se encuentran:
• No quiere separarse de sus padres, ya que con ellos se siente seguro y recibe todo lo que necesita en cada momento. Además, esta negativa al colegio suele darse principalmente en niños que se encuentran muy apegados a su familia, por lo que les cuesta más establecer vínculos con otras personas.
• Temor al colegio o a sus compañeros por algo que le disgusta, algún niño de clase que le molesta o porque todavía no tiene amigos.
• Algunos niños se sienten cohibidos o intimidados al encontrarse en una clase con muchos alumnos más.
• No se ve a la altura de realizar las actividades que le manda el profesor, le han regañado por hacer algo que no debía u otros problemas académicos similares.

Aunque esta situación no suele prolongarse demasiado en el tiempo y el niño terminará por superarla, es necesario saber cómo actuar para evitar que todas las mañanas ocurra el mismo problema:
Ten paciencia ya que todo cambio necesita de un periodo de adaptación y pronto tu pequeño acabará superándolo. Sin embargo, de no ser así, acude a un especialista en busca de ayuda para evitar que tu hijo desarrolle un miedo intenso al colegio.

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